La psicología y el sistema de justicia se articulan, para acompañar a la niña, niño o adolescente víctima de violencia. La denuncia jamás representará un estorbo para el quehacer terapéutico, es en sí misma una herramienta que posibilita, auxilia y optimiza el proceso de reparación emocional del niño o la niña víctima.